Entendemos los problemas de salud como simples síntomas del profundo desorden orgánico que nosotros mismos, consciente o inconscientemente, creamos. Por ello estos libros. Para ayudar a entender cómo se genera tal desorden y cómo podemos remediarlo, mediante hábitos y prácticas caseras que, ante todo, no dañan. Las mal llamadas “enfermedades” son apenas una manifestación de la reacción del organismo para sobreponerse al agobio tóxico y al consecuente caos biológico. Un ejemplo es la hipertensión, fisiológica respuesta cardíaca frente a una sangre sucia y viscosa. O sea que no hablamos de “enfermos” sino de “ensuciados crónicos”. El ensuciamiento corporal es un fenómeno de las últimas décadas, generado por la antinatural forma de alimentarnos y nuestro total olvido del mantenimiento depurativo. Los alimentos que ingerimos no están adaptados a nuestra fisiología. Entonces la digestión es insuficiente; se genera putrefacción, inflamación, enlentecimiento del tránsito digestivo y desequilibrio de la flora intestinal. Esta combinación de factores genera un peligroso incremento de la permeabilidad intestinal, lo cual permite que gran cantidad de macromoléculas alimentarias y bacterianas, atraviesen fácilmente la delgada mucosa. Entonces la sangre se intoxica y se espesa, se desarrollan parasitosis inéditas que aportan más desechos, los fluidos se acidifican, colapsa la función hepática y se “tilda” el sistema inmune... o sea, caos. Vea a continuación.





Esta publicación reúne las recetas utilizadas en la cocina y los talleres de Cocina sin cocina del Espacio Depurativo. Inicialmente se desarrolla un menú de cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda, cena) orientado a las disponibilidades vegetales de primavera/verano. Posteriormente se desarrolla de igual modo otro menú elaborado en función a los vegetales disponibles en la temporada otoño/invierno. En el apéndice se compilan recetas de preparaciones que pueden utilizarse indistintamente. 88 páginas.




